viernes, 14 de diciembre de 2007

Tan real ...

Ya nadie se promete más allá del tiempo, nadie cree en lo eterno...



Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma.




Aprende que una compañía no significa seguridad, que los besos no son contratos y los regalos no son promesas. Y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado inseguro para planes...


Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.




Aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que realmente vale, y aprende y aprende... con cada día uno aprende.




Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.
Te das cuenta que quien está a tu lado sólo por acompañar su soledad, irremediablemente acabará no deseando volverte a ver.




Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de falsas amistades.




Aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste durante toda la vida.
Y te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos o las personas que ocupan tu vida, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir, porque cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.




Y aprendes que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado.


Te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.
Pero lamentablemente sólo con el tiempo.. y cuando quizás ya sea demasiado
tarde...